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domingo, 29 de enero de 2012

Mudanza a The Other God

Hola, solo quería informar de que recientemente, he movido mi blog a WordPress, y a pasado de ser eso a ser una revista online llama The Other God. Ahora, ya no publicaré más cosas aquí, aunque sí seguiré haciendolo allí. Por favor, agradecería que me visitarais de vez en cuando y que cuando lo hagáis, digáis que tal os parece este nuevo proyecto.

No me enrollo más, aquí os dejo el link: https://theothergod.wordpress.com/

viernes, 20 de enero de 2012

We are Anonymous


Recientemente, el gobierno de los Estados Unidos ha decidido cerrar la página web Megaupload y las consecuentes páginas asociadas a esta. Para quien no lo sepa, Megaupload es un servicio de descarga (y para compartir) archivos en internet, concretamente películas, series, vídeos... 
Su creador y famoso hacker, Kim Dotcom (uno de sus múltiples nombres) se enfrenta a una pena de prisión de unos 50 años, sumando los cargos, y también puede haber una pena de cárcel para sus socios e agentes de la empresa. 

Según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, "La actuación es una de las mayores investigaciones llevadas a cabo en Estados Unidos por casos de ‘copyright’ y ataca directamente el mal uso de los portales de almacenamiento público y distribución de contenidos para cometer y facilitar delitos contra la propiedad intelectual". En resumen, prohiben la piratería, aunque yo, en cierta manera, preferiría decir que prohiben la libertad de expresión y el derecho a compartir.

Inmediatamente el popular grupo hacker Anonymous se ha puesto en marcha para defendernos a todos, y ha atacado al mismo Departamento de Justicia, a la empresa Universal Music o a Warner, entre otros. 

Si, nos han defendido, porque creen en la libertad de expresión en Internet, y en nosotros. 
Por eso digo: We are Anonymous. We can save Internet. 

Señores y señoras, la primera guerra mundial de Internet ha empezado.  

martes, 10 de enero de 2012

Kim Jong-il y como la dureza y la crueldad era "amada"

El día 17 de diciembre de 2011, el gran mandatario de Corea del Norte y para muchos dictador Kim Jong-il, murió a causa de un ataque cardíaco en un tren, de retorno a Pionyang, la capital de dicho país, también llamado el más aislado del mundo.

Miles y miles de personas salieron a la calle a llorar. Incertidumbre, tristeza extrema y miedo era todo lo que se podía decir de Corea del Norte. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y hasta niños lloraban por la muerte de su presidente, ese que les había dejado sin nada. Sin recursos, sin libertad de expresión y sin pensamientos. ¿Estaban obligados a estar tristes y a llorar? Desde mi punto de vista, sí y no. Lloraban porque debían hacerlo. Su sistema de vida era tan extremo, que les "lavaban" el cerebro y realmente sentían sus lagrimas.

Hace unos minutos, cuando me disponía a hacer una entrada sobre esto, he leído una entrevista sacada del diario El País a una mujer norcoreana que había decidido escaparse del país. porque aquello no era vida. Puede parecer un poco largo, pero me parece que cambiara un poco, como menos, vuestra forma de ver el mundo. Sí, una simple entrevista a una simple mujer os hará cambiar de perspectiva. Ahora entenderéis por qué.


Desertar del régimen norcoreano se paga con la muerte o una larga estancia en los campos de concentración. China, amiga de Pyongyang, devuelve a los que captura. La gente lo sabe y por ello son muy pocos los que se aventuran a huir, pese a la dureza de las condiciones de vida en el país más aislado del planeta. Además, el continuo lavado de cerebro del régimen, como reconoce Gang Na-hyun, impide a los norcoreanos darse cuenta de sus miserias. Tiene 39 años y en el Norte fue profesora de literatura coreana. Reside con su marido y su hijo de 13 años en Seúl desde 2006 y acepta una entrevista sin fotografía, porque teme por su familia, que sigue allí.
Pregunta. ¿A qué hora comenzaba su trabajo?
Respuesta. Llegábamos al instituto a las 7.30 de la mañana, porque antes de empezar las clases los profesores estudiábamos el Pensamiento Juche (catecismo ideológico del "presidente eterno" Kim Il-sung, basado en la autosuficiencia) y las políticas de Kim Jong-il.
P. ¿Cómo iba al instituto?
R. Andando. En Corea del Norte todos andamos, el transporte público es prácticamente inexistente.
P. ¿Cuánto ganaba?
R. Muy poco, no llegaba ni para comer tres días. Además, desde el año 2000 el Gobierno no nos pagaba los sueldos -tampoco el de mi marido, que era profesor de Bellas Artes-, ni daba los subsidios de comida. Ni siquiera recibíamos maíz. Nosotros fuimos afortunados porque yo tenía un tío en Japón y mandaba algo de dinero, pero murió en 2004 y se acabó. No podíamos vivir.
P. ¿Cuándo decidió irse?
R. En 2006, pero tardamos un año en ponernos en marcha. Nos animó mi cuñada, que fue la primera en llegar a Corea del Sur en 2005. La siguió mi cuñado. El viaje era muy peligroso, pero quedarse suponía morirse de hambre. Yo he visto a mis vecinos comer hierba y hojas de los árboles.
P. ¿Quién lo decidió, usted o su marido?
R. Él decía que venía primero, pero yo quería que fuésemos juntos. Sabía que podíamos morir en el trayecto -dice sin poder reprimir las lágrimas-, pero lo prefería. Aquello no era vida.
P. ¿No tenían problemas políticos?
R. No. Yo siempre creí que Kim Jong-il era el mejor líder del mundo y que el hambre la causaban Estados Unidos y Corea del Sur al impedir el comercio.
P. ¿Nunca oyó hablar de los campos de concentración?
R. Sí, pero los consideraba normales. Dentro estaban las personas que criticaban al Gobierno que luchaba por nosotros. Nunca hasta llegar aquí escuché el término "libertad de expresión".
P. ¿No le molestaba estudiar a diario las obras de Kim Jong-il?
R. No, era lo que se debía hacer. No se cuestionaba.
P. ¿Le comentó a algún amigo que iba a marcharse?
R. No, imposible. Me podían denunciar. Allí solo se confía en la familia.
P. ¿Cómo fue el viaje?
R. Cogí a mi hijo y su cartera y nos subimos con tranquilidad al tren. Nadie fue a despedirnos para no levantar sospechas. Dos días después llegamos a Hyeriong, en la frontera, donde me reuní con mi marido. La gente a la que mis cuñados habían pagado lo tenía todo organizado. Estuvimos en una casa una semana hasta reunir a los 11 que íbamos al sur. En esa frontera, tanto los policías como los militares chinos y norcoreanos están comprados. Todas las tardes entre las 7 y las 7.30 miran para otro lado mientras la gente cruza el río.
P. ¿Lo hicieron en barca?
R. No, era marzo y estaba congelado. Lo hicimos a pie. Se tardan unos minutos.
P. ¿Y cómo fue en China?
R. Viajamos durante tres horas en dos coches y llegamos a una casa donde nos dieron de cena huevos fritos y arroz muy caliente. ¡No lo podía creer! En el Norte, los huevos son un manjar y solo se comen en cumpleaños. Esa noche comprendí que había otra forma de vida.
P. ¿Cuánto tardó en llegar a Corea del Sur?
R. Durante seis meses cambiamos de casas y de ciudades hasta que atravesamos la frontera con Tailandia. La organización nos dejó y, como nos dijeron, caminamos hasta encontrar a un policía. Le dijimos que éramos surcoreanos extraviados y que nos llevaran a la Embajada. Eso hicieron, aunque estoy segura de que sabían que éramos norcoreanos.
P. Y aquí, ¿se integró bien?
R. Estuvimos varios meses en un centro para refugiados [en esos centros son interrogados por los servicios secretos y a veces por la CIA]. Luego el Gobierno nos dejó salir y nos dio una cantidad de dinero para establecernos.
P. ¿Saldó las deudas del viaje?
R. Sí, costó tres millones de wones surcoreanos por persona [unos 2.000 euros]. Como éramos tres, pagamos nueve millones.
P. ¿Ha vuelto a dar clase?
R. No, aquí no reconocen los títulos del Norte. Eso al principio me frustró. Empecé trabajando en el comedor de una empresa, luego en una pizzería y ahora estoy en un centro de llamadas.
P. ¿Qué le sorprendió más de Corea del Sur?
R. La abundancia de comida y que todos puedan comer.
P. ¿Qué sintió al enterarse de la muerte de Kim Jong-il?
R. Los sentimientos están mezclados. Solo quiero olvidar, aunque mi hermano está allí con su familia y le echo mucho de menos. Mi padre ya ha llegado, pero mi madre desapareció hace tres años cuando emprendió el camino del sur. Imagino que ha muerto.
Las lágrimas vuelven. Gang se disculpa: "Jamás lloré en el Norte, pero al llegar aquí casi me deshago en llanto y sigo sin poder controlarlo".
P. ¿Cambiará el sistema?
R. Aquí todos dicen que no habrá cambios, pero yo confío en la reunificación porque mi hermano está allí y le da miedo el viaje.
Lo primero que podemos observar es el sufrimiento y el dolor de esta mujer norcoreana.
Cada mañana tiene que leer el Pensamiento Juche y la ideología política de Kim Jong-il, al igual que todos los demás. El transporte público es casi nulo, no les dejan usarlo, y por lo tanto hay que ir a pie. El sueldo era una miseria, ni siquiera suficiente para subsistir, y en la actualidad el Gobierno no paga los sueldos. Una frase que impacta es cuando menciona que había visto a sus vecinos alimentarse de hierba y de hojas de los arboles.

El trayecto de salida del país es muy peligroso, y en ocasiones mortal. Pero cuando ya no queda esperanza, perder lo que a uno le queda ya no es importante, y se arriesga a todo. Aún habiendo todo esto, todos los norcoreanos siguen pensando que la culpa no es de Kim Jong-li, y que él es el mejor presidente para su país. No conocen la libertad de expresión. Algo así no puede llamarse bajo ningún concepto "vida".

Aquí os dejo el video del momento en el que se anunció la muerte del dictador en la cadena de televisión estatal de Corea del Norte. No hace falta entender lo que dice para ver lo que pasa con la gente. Su sufrimiento por alguien que les ha dejado sin nada lo dice todo.






jueves, 5 de enero de 2012

Cee Lo Green imagina las religiones



Recientemente, el cantautor Cee Lo Green ha enfadado, como menos, a los fans del ya difunto John Lennon, durante la "ceremonia" que se celebro durante el año nuevo en Times Square, Nueva York. 
Cee Lo Green interpretó la popular canción Imagine, de John Lennon, pero con una pequeña diferencia: cambió una frase de la cancion, que para muchos puede ser significativa en el tema de la cancion.


En la parte en la que dice “Nothing to kill or die, and no religion, too, que significa "Nada por lo que matar o morir, y ninguna religión, tambien", fue transformada para decir “Nothing to kill or die for, and all religions’s true", que significa "Nada por lo que matar o morir, y todas las religiones son verdaderas".


Inmediatamente, las alarmas saltaron. ¿Tanto ruido para esto? Sí, dependiendo del punto de vista desde el que se mire, claro. Los fans de Lennon se lo tomaron como una crítica al mismo John, aunque Cee Lo Green publicó por su Twitter que lo único que quería decir era que todo el mundo podía creer en lo que quisiera.


Juzgad vosotros mismos. Desde mi punto de vista Cee Lo Green no pretendía ofender a nadie, y a la letra le encuentro un doble sentido, positivo y negativo: nos dice que podemos creer en lo que queramos. Vemos libertad de expresión para todos, aunque también, desde el punto de vista más "fuerte" nos incita a hacer lo que queramos. 
El objetivo de Lennon en esta canción era apartar las diferencias entre los seres humanos, y en esta frase, eliminar todo tipo de religión para que pudiésemos estar, al menos, en paz, dados los problemas y las diferencias de religión que existen hoy en día.


Para gustos, opiniones.

miércoles, 4 de enero de 2012

Noticia de última hora: nos invaden los extraterrestres...



En el año 1938, los Estados Unidos creyeron que el Apocalipsis había llegado. Orson Welles, un popular productor de cine, hizo creer a todo un país que unos extraterrestres, más concretamente unas "figuras" robóticas estaban invadiendo el país, lo que significaría el Apocalipsis.

En el año 1938, a través de la radio, Orson Welles llevo a cabo, como una noticia más, la popular novela de ciencia-ficción "La guerra de los mundos". Según esto, en Nueva Jersey estaban apareciendo seres robots venidos del espacio que amenazaban con la continuidad del ser humano en la faz de la tierra. Welles cambió algunos aspectos del argumento, pero por lo que se ve, nadie se había leído el libro...

Millones de personas fueron evacuadas, y aunque el mismo Orson Welles comentó varias veces durante la retransmisión, de forma indirecta, que se trataba de una broma, el país entero se movilizó. Por primera vez vemos el poder que tenía la radio sobre las personas, lo que equivaldría actualmente a la televisión o a Internet.

Al final, tuvo que pedir disculpas y todo el mundo volvió sano y salvo a casa. Aunque claro, nunca se sabe si un día puede ser verdad...

viernes, 23 de diciembre de 2011

Kdms dsp? Mlmsj ca y nva B7s



¿Alguien lo ha entendido? Se supone que, como soy joven y todo eso, debería de entender lo que dice. Pero nada. Allí dice "¿Quedamos después? Mándame un mensaje cuanto antes y nos vemos allí. Besitos". ¿Ahora sí? El denominado lenguaje SMS o chat, gracias al teléfono móvil y a servicios de chat como Facebook o Messenger, por ejemplo, y cada día esta más presente en nuestra vida como internautas.

Wikipedia lo define cómo una forma abreviada de escribir las palabras de un mensaje para que resulte más corto y rápido. En resumen, decir lo que queremos decir de una forma mucho más rápida.
Para aquellos que están acostumbrados a ellos, resulta fácil leer lo que está escrito en uno de esos mensajes, pero para aquellos que no lo están, resulta prácticamente imposible descifrar lo que explican.
También esta muy marcado por la falta de espacio en nuestro teléfono. Normalmente, se hace incomodo escribir mensajes muy largos en una pantalla pequeña, y sin saber lo que hemos escrito antes para continuar con el mensaje.


Actualmente existen algunos diccionarios que intentan traducir este característico lenguaje de la juventud y la adolescencia. Puede que nos sirvan, pero dentro de poco, todos vamos a saber "hablar" o escribir así.
Se llama tecnología y avance, y sigue su curso.

jueves, 22 de diciembre de 2011

He vuelto de nuevo. Y mejor.

Pues eso. Estoy aquí de nuevo una vez más, pasado unos meses. Necesitaba ver qué era lo que quería. Leí que las primeras entradas casi nunca eran las que se querían, y he visto que tenían razón. Los temas de los que escribía no eran los que más quería hablar, pero no encontraba nada más. Aviso de que las entradas que escribiré no serán tan largas como las otras. Las cosas buenas también se encuentran en sitios pequeños.
Y ahora, dicho esto, que empiece la fiesta.